Buen dia, vengo a explicarles que es la puntualidad, porque
es importante practicarla, y las consecuencias de ser impuntual.
El valor de la puntualidad es la disciplina de estar a
tiempo para cumplir nuestras obligaciones: una cita del trabajo, una reunión de
amigos, un compromiso de la oficina, un trabajo pendiente por entregar.
El valor de la puntualidad es necesario para dotar a nuestra
personalidad de carácter, orden y eficacia, pues al vivir este valor en
plenitud estamos en condiciones de realizar más actividades, desempeñar mejor
nuestro trabajo, ser merecedores de confianza.
La falta de puntualidad habla por sí misma, de ahí se deduce
con facilidad la escasa o nula organización de nuestro tiempo, de planeación en
nuestras actividades, y por supuesto de una agenda, pero, ¿qué hay detrás de
todo esto?
En este mismo sentido podríamos añadir la importancia que
tiene para nosotros un evento, si tenemos una entrevista para solicitar empleo,
la reunión para cerrar un negocio o la cita con el director del centro de
estudios, hacemos hasta lo imposible para estar a tiempo; pero si es el amigo
de siempre, la reunión donde estarán personas que no frecuentamos y conocemos
poco, o la persona –según nosotros- representa poca importancia, hacemos lo
posible por no estar a tiempo, ¿qué mas da...?
les dejo un vídeo corto, entretenido y sobre todo muy cierto, espero les guste!
Para ser puntual primeramente debemos ser conscientes que
toda persona, evento, reunión, actividad o cita tiene un grado particular de
importancia. Nuestra palabra debería ser el sinónimo de garantía para contar
con nuestra presencia en el momento preciso y necesario.
Otro factor que obstaculiza la vivencia de este valor, y es
poco visible, se da precisamente en nuestro interior: imaginamos, recordamos,
recreamos y supuestamente pensamos cosas diversas a la hora del baño, mientras
descansamos un poco en el sofá, cuando pasamos al supermercado a comprar “sólo
lo que hace falta”, en el pequeño receso que nos damos en la oficina o entre
clases... pero en realidad el tiempo pasa tan de prisa, que cuando
“despertamos” y por equivocación observamos la hora, es poco lo que se puede
hacer para remediar el descuido. Un aspecto importante de la puntualidad, es
concentrarse en la actividad que estamos realizando, procurando mantener
nuestra atención para no divagar y aprovechar mejor el tiempo.
Para corregir esto, es de gran utilidad programar la alarma
de nuestro reloj u ordenador, pedirle a un familiar o compañero que nos
recuerde la hora (algunas veces para no ser molesto y dependiente), etc.,
porque es necesario poner un remedio inmediato, de otra forma, imposible.
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